Randonneur Randolario 2023 - Lecco (12-03-23)

Jornada festiva de ciclismo en Lecco y en torno al lago de Como, con una randonneur clásica y veterana como es la Randolario, que en esta edición de 2023 contó una participación de más de 600 ciclistas, un gran ambiente, generosos avituallamientos y mucho ritmo en los primeros grupos.


  

Valoración de la Randolario 2023

Una prueba no competitiva veterana, que atrae a ciclistas de muchas zonas adyacentes, y que no en vano en esta edición contó con unos 650 participantes dispuesto a realizar algunas de las 4 variantes del recorrido.

La variante "reina", y la que otorgaba el diploma randonneur, constaba de unos 192 kilómetros, bordeando el lago de Como primero por su parte interna y luego por la externa, internándose en algunas momentos en las montañas de la impetuosas sierras que custodian el lago.

 Perfil de la prueba. Cortesía de la organización

 

Organización muy completa, con una gran seguimiento de los ciclistas, varias avituallamientos dispuestos a lo largo del recorrido, uno de ellos incluyendo nada menos que una cata de quesos, y mucho ambiente tanto en la salida como en la llegada.

Toda una fiesta de ciclismo, con sede en la capital lombarda de Lecco, que se iniciaba a las 8 de la mañana, con algo de frío y después de haber invitado cortesmene a los participantes a un café y un bizcocho, antes de emprender la aventura.

 

Randonneur Randolario 2023

Salida a la francesa, libre entre las 8 y las 9 de la mañana, aunque con un inmenso pelotón a primera hora, que querían iniciar inmediatamente la jornada.

En los primeros kilómetros, se va conformando un grupo delantero, primero muy numeroso, pero que a medida que van llegando los infinitos repechos de la carretera del lago, se va seleccionando y reduciendo.

Des esta forma, un grupo de unos quince ciclistas sería finalmente el que marcharía en la cabeza de esta infinita serpiente multicolor ciclista en dirección a Como.

Tras unos kilómetros de transición, y algo molestos por el intenso tráfico, este grupo afrontaba la primera de las subidas, el puerto de Schignano, con 6 kilómetros al 6%.

Los rodadores daban paso a los escaladores y quedaban un par de ciclistas por delante, con otro dúo a unos pocos segundos (donde marchaba el español Robles) y y otros pocos rezagados no muy lejos (como el joven Luca Spandri).

Tras un breve tramo de bajada, esperaba el primero de los avituallamientos a los ciclistas, que debían esperar un poco, ya que habían llegado antes de lo previsto.

Después de reponer fuerzas, los ciclistas empezaban a retomar la marcha, y tras un descenso vertiginoso, se reincorporaban a la carretera del lago de Como, para seguir bordeando el lago por el exterior.

De nuevo los rodadores tomaban protagonismo, imprimiendo un fuerte ritmo, y a veces con relevos más coordinados, pero también muchas veces produciéndose cortes, debido a lo quebrado del terreno y también el tráfico, que continuaba siendo intenso en esta zona.

Tras dejar atrás la localidad de Sorico, empezaba a girarse para emprender el "camino de vuelta", y en este momento el viento comenzaba a soplar intenso de cara.

Con más de 120 kilómetros en las piernas, ya no sobraban fuerzas a todo el mundo, y empezaba a faltar el acuerdo en este primero grupo, donde se producían cambios de ritmo y cortes.

Al final reagrupamiento, aunque con un grupo algo más reducido, con apenas unas 10-12 unidades, que afrontarían ahora la segunda y última gran subida del día, Vendrogno, con casi 7 kilómetros a casi el 7% de desnivel medio.

El desgaste, las rampas, y el estado de la carretera hacían que cada uno subiera a su ritmo, y pronto en cabeza solo quedaba un dúo, con el español Robles y otro ciclista, que coronaban los primeros, tomándose con calma el descenso, mientras esperaban al resto de ciclistas de este primer grupo.

En el segundo avituallamiento, una impresionante cata de quesos con pan esperaba a los ciclistas, que disfrutaron especialmente este momento.

De este punto los ciclistas salieron de forma más desordenada, marchando ya la cabeza del randonneur con grupos más reducidos, por un terreno que era ascendente, y con viento frontal, y que se hizo duro.

Afortunadamente, una vez llegados a Ballabio, la parte final era un rápido descenso hasta Lecco, desde donde ya solo restaban unos pocos kilómetros para alcanzar el punto final.

Un gran ambiente, premios, sorteos y un pasta party fueron el gran colofón a esta fiesta del ciclismo.

 

Enlaces de interés

Página web oficial, Randolario

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